En los países
que han alcanzado cierto desarrollo, las bibliotecas públicas han desempeñado
una misión fundamental, por su rol social de facilitar a la población los
recursos de información que necesita para prepararse y enfrentar los deberes
cívicos e individuales. Los servicios que se prestan en estas unidades de
información, deben planificarse conforme a las necesidades de las zonas donde
se instalen, en estrecha colaboración con organizaciones e instituciones
educativas, para facilitar a los habitantes los recursos de información
necesarios para su formación integral.
La biblioteca
se considera como el centro local de información, y tiene dentro de sus
funciones proporcionar toda clase de conocimiento e información a los
ciudadanos. Están llamadas a fungir como centros para las actividades
comunitarias culturales, apoyo al desarrollo intelectual y son el complemento
de la educación formal; de igual manera desarrollar hábitos de lectura en la
población, y formar a los ciudadanos en las destrezas y habilidades en el uso
de la información.
La biblioteca
pública es la transmisora de información y conocimiento. Esta función es tan
importante que el Manifiesto de la UNESCO en favor de las Bibliotecas públicas
expresa: ”la biblioteca pública constituye una necesidad básica para cualquier
ciudadano educarse, es una organización que fomenta la paz, la cultura y
valores en los ciudadanos”. La UNESCO estimula a los gobiernos nacionales y
locales a que promuevan la creación de buenas bibliotecas y se involucren en su
desarrollo. El manifiesto proclama su fe en la biblioteca pública como fuerza
viva de educación, cultura e información y como agente esencial de fomento de
la paz y los valores espirituales en la mente del ser humano.
Si damos una
mirada, en América Latina, podríamos ver como la ciudad de Medellín, Colombia,
es un ejemplo vivo de los aportes y beneficios que ofrecen las bibliotecas. Es
una ciudad modelo en la región que exhibe un “Sistema de Bibliotecas Públicas
de Medellín (SBPM) en la ciudad y otros entes de información, organizadas en
red para operar "como centro de desarrollo integral y cultural, como estrategia
en la consecución de una Medellín como ciudad intercultural e incluyente"
(Alcaldía de Medellín, 2008, p. 65) con estándar de servicio de calidad.
Conforme a la literatura revisada, este proyecto ha provocado un cambio de
mentalidad de las comunidades barriales de los más desposeídos, estimula la
renovación, evolución y cambio, ofrece opciones de alta tecnología para la
diversión y la educación a su población.
Según el
Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU), los Parques
Bibliotecas Medellín son referentes urbanos y arquitectónicos, todo bajo el
lema: “lo mejor para los más necesitados”. Disponen de espacios
adecuados para el estudio y la ilustración y ambientes exteriores para que la
comunidad interactúe a través de la lúdica y el disfrute, aspectos que han
contribuido a reducir los índices de violencia y a mejorar la calidad de vida
de los ciudadanos. Evita la exclusión social se tiene acceso a la información
oportuna y a una educación con calidad. Países como Venezuela y Brasil, para solo
citar algunos, han replicado el Modelo Parque Biblioteca Medellín.
La Asociación
Americana de Bibliotecas (ALA) en sus datos estadísticos del 2010 expresa lo
siguiente: “El 59% de los ciudadanos estadounidenses tiene carnet de acceso a
bibliotecas públicas”. Las estadísticas indican que el 90% de los hogares
encuestados, estuvieron de acuerdo en que durante la crisis económica las
bibliotecas públicas ofrecen importantes recursos de información a familias y
personas en busca de empleos. Estos son los modelos al que debe aspirar el
nuevo gobierno dominicano.
El movimiento
de la sociedad civil llamado “Coalición Educación Digna”, ha reclamado el 4%
para la educación. Los candidatos presidenciales de los diferentes partidos
políticos que irán a las elecciones el 20 de mayo de este año, se
comprometieron en un acto público a cumplir con la entrega del 4% del Producto
Interno Bruto (PIB) como lo establece la Ley 66-97, mediante la firma del
“Compromiso Político y Social por la Educación”, de septiembre de 2011.
De ese 4% que
se dedicará a la educación hay que pensar en una partida para continuar
impulsando el desarrollo de la biblioteca pública. En vista de la importancia
del rol que cumple la biblioteca en la calidad de la educación, es fundamental
que esta institución esté en consonancia con la política educativa del país y
con sus modelos pedagógicos.
La creación de
bibliotecas como objetivo nacional, requiere de su inclusión dentro del plan de
políticas educativas del país, de lo contrario se seguirá con la práctica que
se ha dado a lo largo de todos los gobiernos, de que muchos de los proyectos de
bibliotecas son aislados a partir de iniciativas particulares de ministerios y
otras instancias estatales y por lo general no se le da continuidad y solo se
mantiene mientras dura ese funcionario en el cargo, por ende, la mayoría de los
proyectos de bibliotecas han colapsado en el tiempo, debido a la falta de
institucionalidad.
En la revisión
de los diferentes programas de gobiernos no siempre han considerado los servicios
de bibliotecas e información como parte integrante de sus planes de desarrollo
económico y social, privándolas de la asignación presupuestaria necesaria para
su desarrollo. Esto trae como resultado la poca valoración de la contribución
de las bibliotecas al desarrollo de la democracia en el país. En este sentido,
los dominicanos no disponen, de Sistemas de Bibliotecas coordinadas, que cubran
adecuadamente las necesidades informativas y de lectura de toda la ciudadanía.
A continuación
se enumeran algunos de los proyectos considerados de importancia en materia de
biblioteca, implementados desde 1966 hasta 2011.
En los
gobiernos del Dr. Joaquín Balaguer Ricardo 1966-1978 y 1986-1994 se creó
la Biblioteca Nacional mediante la Ley 263, 25 de noviembre 1975. Se construyó
y se equipó el edificio y se organizaron las colecciones.
Se construyó y
equipó el edificio de la Biblioteca Amantes de la Luz, en Santiago de los
Caballeros.
La Secretaría
de Educación Bellas Artes y Cultos, hoy Ministerio de Educación de la República
Dominicana (MINERD), inicia el Proyecto para el Desarrollo del Sistema de
Bibliotecas Escolares o Públicas y el fortalecimiento de las Bibliotecas de las
Escuelas Normales (1994), con fondos del Banco Interamericano para el
Desarrollo (BID). El proyecto contempló el fortalecimiento de una biblioteca
escolar o pública en cada cabecera de provincia, para un total de treinta (30)
bibliotecas germinales.
Se construyó y
se equipó el edificio de la Biblioteca República Dominicana en Santo Domingo y se
inaugura el 15 de agosto de1989.
En el gobierno
de Don Antonio Guzmán Fernández (1978-1982), se institucionaliza el Día
del Libro y de los Bibliotecarios, mediante decreto 1701 del 14 de Abril
del 1980 y se edifica la Biblioteca Pública de Azua.
Durante el
gobierno del Dr. Salvador Jorge Blanco (1982-1986), el Dr. José
Francisco Peña Gómez, Alcalde de la ciudad de Santo Domingo, creó un
Departamento de Biblioteca en el Ayuntamiento del Distrito Nacional y organizó unas
25 bibliotecas públicas en los barrios marginados de la Capital.
Durante el
gobierno del Dr. Leonel Antonio Fernández Reyna (1996-2000), se crea y
aprueba el Consejo Nacional de Cultura y su Reglamento, Decreto no. 82-97,
Hoy Ministerio de Cultura. Se crea el Sistema Nacional de Bibliotecas
Móviles para promoción de la lectura, 1998. Se crea la Biblioteca Públicas de
Villa Duarte, en el Distrito Nacional. Se crea y aprueba la Ley General de
Cultura, 41-00 y se inicia la construcción del edificio de la Biblioteca Pedro
Mir de la UASD, 1999.
Durante el
gobierno de Ing. Rafael Hipólito Mejía Domínguez, (2000-2004) se
concluyeron los trabajos de infraestructura física de la Biblioteca Pedro Mir,
de la UASD. Se aprobó mediante la Resolución 28-2004 de fecha 5 de agosto 2004
por el Consejo Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, el
Reglamento de Evaluación para las Bibliotecas de las Instituciones de Educación
Superior de la República Dominicana. Se aplicó la Ley General de Cultura, No. 41-00,
se elaboró el reglamento y se organizó el Ministerio de Cultura. Se organiza y
equipa la Biblioteca del Ministerio de Relaciones Exteriores, inaugurada el 9
de diciembre, 2002. Se creó la Biblioteca Pública de Obras Públicas. Se crea la
Editora Nacional ley no. 243-02, para la edición y difusión del Libro
Dominicano.
Durante el
periodo de gobierno del Dr. Leonel Antonio Fernández Reyna, (2004-2012)
se equipa e inaugura la Biblioteca Pedro Mir de la UASD, 9 de noviembre, 2005.
Se crea y promulga la ley del Libro y Biblioteca 502-08 y su
Reglamento,. Se crean, organizan e inauguran las Bibliotecas de los siguientes
Centros Regionales de la UASD: Puerto Plata, Mao, San Juan de la Maguana,
Bonao, Santiago. Se desarrolla el Plan Quinquenal del Libro y la Lectura y Comisión
Nacional para el Fomento del Libro y la Lectura (2007-2012). Dirección General
del Libro y la Lectura, Ministerio de Cultura.
Convierte la
Biblioteca Pública República Dominicana en Biblioteca Infantil y Juvenil, inaugurada
el 7 de mayo, 2009. Se trabaja en el Proyecto del Sistema Nacional de
Bibliotecas.
Se organiza y
se amplía el Archivo General de la Nación, siguiendo normas internacionales.
Proyecto considerado de suma importancia, ya que se rescató la memoria
histórica nacional. Se aprueba la Ley General Archivo, 481-08. Se crea
la Red Nacional de Archivos, 2008,
Se inicia la
remodelación y modernización de la Biblioteca Nacional ‘’Pedro Henríquez Ureña”
y la Construcción de una Biblioteca Pública Metropolitana en la Ciudad de Santo
Domingo, 2006.El Despacho de la Primera Dama crea los Centros Tecnológicos Comunitarios (CTCs), diseminados en todo el país.
Se realiza el Pre-Censo de Bibliotecas y la Red Piloto Bibliotecas Públicas, coordinados por la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU).
Como se puede observar la República Dominicana ha logrado acciones consideradas de mucha importancia para el desarrollo de la biblioteca, como son: Ley del Libro y Biblioteca, con su respectivo Reglamento de aplicación, Diagnostico Biblioteca Nacional, así como el proyecto en ejecución para la creación del Sistema Nacional de Bibliotecas.
Por todas estas consideraciones, exhortamos al nuevo gobierno que surja, producto de las elecciones de mayo próximo, a fortalecer y desarrollar las bibliotecas del país, que se aplique la Ley de Biblioteca y que se le de continuidad a las acciones e iniciativas impulsadas. Que se legisle en pro de una Política Nacional de Servicio de Bibliotecas e Información, en la que el Estado exprese su voluntad y decisión de asegurar a todos los ciudadanos el libre acceso y provecho de los recursos bibliográficos y documentales sin barreras.
Domingo Faustino Sarmiento, llamado el “Bibliotecario de América”, fue un gobernante que comprendió el valor de las bibliotecas en el desarrollo socioeconómico de Argentina, con la creación de más de 1,500 bibliotecas populares, “destinadas a cimentar y a hacer extensiva la obra de la escuela”.
Cierro este
articulo citando la Asociación Americana de Bibliotecas (ALA), quien enumera
las razones por las cuales las bibliotecas son buenas para los países y una de
ella dice: “La democracia y las bibliotecas tienen una relación simbiótica…
sería imposible tener una sin la otra. Las bibliotecas tienen la obligación de
suministrar información y el gobierno tiene la obligación de hacerla pública.
Sin democracia las bibliotecas no tendrán libertad para asegurar el acceso al
conocimiento y a las ideas. Sin bibliotecas,
una democracia verdadera no podrá existir”.
Publicado en acento.com http://goo.gl/CMF7D
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